2008

Y de este humano acuerdo para etiquetar, llegamos a las puertas de las dos mil ocho vueltas alrededor del sol. Claro está, contando de una arbitraria fecha en la que decidimos que hubiera nacido Jesús en Nazareth. Si los Piñas, Felipe para los amigos, no nos estuvieran ahogando la fiesta y nos dijeran que no, que no puede ser, que era un mayo y que al menos fue 4 años antes de esa fecha, todo seria mas fácil, mas conocido, mas seguro y por sobre todas las cosas fortalecería esa certidumbre que nos permite mirar el mañana sin un julepe importante.

Pero más allá de fechas, están las costumbres, algo así como decretos de necesidad y urgencia, que pasan por arriba de leyes, constituciones y anteriores decretos también hambrientos de necesidades y urgencias varias. Y de las más arraigadas religiosas y agnósticas por igual, con mas o menos racionalidad están los deseos para la próxima vuelta. Me refiero, no a la de alcohol, sino a la astronómica. Como no puedo con mi condición les dejo un gran consejo, un gran deseo y todo en el mismo video: Usen protector solar.

Podemos leer en Maskuts Planet:

Comúnmente se le conoce como “Wear Sunscreen” (Usa protector solar) y en su versión musical como Everybody’s Free (to Wear Sunscreen). Originalmente fue escrito por la columnista Mary Schimch para el Chicago Tribune, el 1 de Junio de 1997 y titulado “Advice, like youth, probably just wasted on the young”. Es un ensayo en el cual plantea lo que ella diría si le piden dar un mensaje a la juventud. En 1998 el director de cine australiano Baz Luhrmann creó una versión musical del ensayo, convirtiéndose en un éxito de la época. Mas adelante la agencia de publicidad brasilera DM9DDB convirtió la canción en un videoclip muy emotivo, y es el que actualmente pueden ver.

Estos amigos se tomaron el trabajo de traducirla y la dejan en su blog, asi que si la quieren, vayan y vean. Por mi parte me quedo con lo simple del mensaje, pero no menos útil y lo asocio a tantos otros consejos para vivir que las religiones suelen dar, con la diferencia que este da esa posibilidad de dudar, de negar e ignorar sin ser arrastrados por ordas de maléficos seres a zonas calurosas de dolor infinito. A lo sumo a la sala de primeros auxilios, eso si, con quemaduras varias.